El sedentarismo, cada vez más común en la sociedad moderna, ha sido identificado como un factor de riesgo para la salud. Desde la oficina hasta el hogar, el tiempo que pasamos sentados puede tener efectos negativos en nuestra salud si no se contrarresta adecuadamente. Sin embargo, según expertos fisiólogos de la Universidad de Columbia, una simple acción puede marcar la diferencia: caminar durante cinco minutos cada treinta minutos de sedentarismo.
Un estudio publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise reveló que estas breves caminatas pueden contrarrestar los efectos nocivos del sedentarismo en la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre. Además, se observaron mejoras en el ánimo, la fatiga y el rendimiento cognitivo en adultos de entre 40 y 60 años que participaron en el estudio.
Aunque estas interrupciones son beneficiosas, los expertos advierten que no sustituyen la necesidad de mantener una rutina regular de ejercicio físico. Tanto las caminatas frecuentes como el ejercicio regular son fundamentales para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías y la diabetes.
Ante esta evidencia, se recomienda implementar recordatorios, como alarmas, para realizar breves caminatas cada treinta minutos de actividad sedentaria. Este simple hábito puede marcar una gran diferencia en la salud a largo plazo.
Los hijos de Zapata