Desde sus remotos orígenes hace aproximadamente siete mil años, la cerveza ha trascendido su papel como simple bebida recreativa para convertirse en objeto de estudio científico. Investigaciones recientes han revelado potenciales beneficios para la salud asociados tanto con la cerveza en sí como con sus ingredientes fundamentales.
La doctora Ivette Caldelas Sánchez, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, arrojó luz sobre el potencial terapéutico del lúpulo, el ingrediente estrella de la cerveza, en su estudio "Impacto del consumo de lúpulo en la reducción en los síntomas vasomotores psico-neurológicos y metabólicos asociados al climaterio". Según sus hallazgos, los fitoestrógenos presentes en el lúpulo pueden ayudar a mitigar síntomas asociados con la premenopausia, menopausia y posmenopausia.
Los fitoestrógenos, explicó la doctora Caldelas, son compuestos naturales similares a los estrógenos que se encuentran en el lúpulo, y podrían servir como una alternativa más segura a las hormonas sintéticas, que a menudo conllevan efectos secundarios adversos.
Por esta investigación pionera, la doctora Caldelas fue galardonada con el Premio Salud y Cerveza 2018, otorgado por el Consejo de Investigación Sobre Salud y Cerveza A.C, así como una beca para continuar sus estudios.
Además del lúpulo, la cerveza en sí misma posee una serie de cualidades saludables, según la Fundación Española del Corazón. Consumida con moderación, se ha asociado con beneficios cardiovasculares, para la salud ósea e incluso en la lucha contra la obesidad. Sin embargo, se enfatiza que estos beneficios solo se obtienen cuando se consume con moderación y como parte de una dieta equilibrada.
La composición de la cerveza revela su riqueza nutricional, ya que contiene una variedad de vitaminas, minerales y compuestos beneficiosos para la salud, como folatos, polifenoles y fibra soluble. Además, es baja en sodio, no contiene grasas y aporta una serie de vitaminas y minerales esenciales para el organismo.
Estas investigaciones subrayan un cambio de paradigma en la percepción de la cerveza, demostrando que su consumo moderado y responsable puede aportar beneficios significativos para la salud humana.
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